Bojagi

BOJAGI

CUANDO LA TELA CUENTA HISTORIAS DE VIDA

SI ALGUNA VEZ TE HAN DADO UN REGALO CON UN ENVOLTORIO TAN HERMOSO QUE TE HA DADO PENA ROMPERLO, TEN POR SEGURO QUE EL BOJAGI VA A SER UNA DE TUS TÉCNICAS FAVORITAS DE HOY EN ADELANTE. SABEMOS QUE ES UNA PALABRA RARA DENTRO DE NUESTRO LÉXICO, PERO SERÍA MÁS RARO AÚN LLAMARLE A ESTA TÉCNICA “LA TÉCNICA DEL ENVOLTORIO DE LA SUERTE”, QUE ES LO QUE SIGNIFICA LITERALMENTE TRADUCIDO DEL COREANO. POR ELLO, VAMOS A PRONUNCIARLA LENTAMENTE HASTA FAMILIARIZARNOS CON LA BELLEZA DE SU SONIDO QUE, DICHO SEA DE PASO, ES IGUAL DE BELLO QUE LO ESCONDE.

El bojagi, al igual que muchas de las labores que hoy practicamos con nuestras manos, surgió hace miles de años entre mujeres que intentaban expresarse mediante lo que les era permitido: la labor doméstica y la costura. Sin embargo, lo que lo diferenciaba de otras labores coreanas era que esta técnica se practicaba a mano por todos los estratos sociales y lo único que lo diferenciaba entre realeza y plebe era el tipo de tela con el que se confeccionaba. Seda para la aristocracia y cáñamo o algodón para los estratos más bajos.

El bojagi consiste en unir retazos de tela cuadrados o rectangulares mediante la técnica de la triple costura, que permite conseguir que la pieza final sea reversible y, por ende, no tenga un lado derecho o un lado revés. Así mismo, el uso de este tipo de costura – que antiguamente era hecho a mano – permite que se obtenga un trabajo resistente y duradero. Se puede llevar a cabo con cualquier tipo de tela e incluso con papel, pero las fibras más utilizadas fueron y siguen siendo la seda, el ramio, el cáñamo, el algodón y la organza.

«LOS COLORES MÁS UTILIZADOS EN EL BOGAJI EN SUS INICIOS FUERON EL AZUL, ROJO, BLANCO, NEGRO Y AMARILLO».

Como te imaginarás, en sus inicios este trabajo se llevaba a cabo con cualquier tipo de tela que estuviera al alcance, pues además de tener un fin estético y utilitario servía para aprovechar hasta el más mínimo resto de material que quedara disponible. De este modo, cuando se juntaban retazos de tela traslúcidos como el ramio – la más utilizada – se obtenía una pieza similar a un vitral que dejaba pasar luz a través de ella, volviéndolo así un trabajo ideal para la confección de cortinas, ya que permitía que la luz del exterior se filtrara hacia adentro de un modo delicado y natural.

«NO SE DEBE CONFUNDIR EL BOJAGI (COREA) CON EL FUROSHIKI (JAPÓN). EL PRIMERO TIENE LIBERTAD ABSOLUTA EN CUANTO A TAMAÑOS Y COLORES; EL SEGUNDO TIENE MEDIDAS MÁS ESTRICTAS Y POCAS COSTURAS».

Ahora bien, si tenemos en cuenta que estas piezas se confeccionaban a mano, de inmediato sopesaremos el trabajo que llevaba elaborar un bogaji. Por esto, además de ser utilizados como manteles, envoltorios o cortinas, también era un símbolo de unión e identidad familiar que se trasmitía por generaciones entre las mujeres. La madre confeccionaba una pieza con retazos significativos (ropa de los hijos, vestidos, etc) y se la heredaba a su hija que, a su vez, le iba añadiendo retazos de otras telas significativas para ella. Así mismo, cuando el bojagi era utilizado como envoltorio también escondía en sí una carga sentimental enorme, pues se entendía que quien lo confeccionaba depositaba en cada puntada el afecto y el respeto que sentía por quien recibía el regalo, además de dar a entender que el objeto obsequiado era sumamente especial.

«LOS COLORES UTILIZADOS EN EL BOGAJI ESTÁN PENSADOS DESDE UN INICIO COMO UNA FORMA DE RESPETO Y GRATITUD POR TODO LO QUE RODEA A QUIEN LO PRODUCE».

Si luego de todo esto te preguntas si el bogaji tiene alguna relación con el patchwork, debes saber que sí, que el bogaji es un tipo de patchwork como el que conoces y que quizás hayas practicado en algún momento. El bogaji, como la mayoría de las técnicas orientales, guarda en cada una de sus facetas – que son bastantes – un significado espiritual y que es cuidadosamente trabajado en su confección. Sus colores, sus formas, tamaños y propósitos están pensados desde un inicio como una forma de respeto y gratitud por todo lo que rodea a quien lo produce.

Hoy la técnica se mantiene vigente y se practica en todo el mundo. Se ha llevado a las pasarelas de grandes casas de moda, la utilizan artistas para confeccionar piezas únicas y, por supuesto, la podemos practicar nosotros mismos para envolver los regalos o adornar algún espacio de la casa que requiera de esa magia y luminosidad que solo las fibras nobles le pueden dar.

Artículo por Marcelo Cortés.

Tijera de Costura con Estuche 8,5"